lunes, 28 de septiembre de 2009

EL DINERO EN LA ANTIGÜEDAD




(Tema emitido el 13 de Septiembre del 2009)
Lo primero que hay que hacer es olvidar prejuicios y clichés - eterno problema para el historiador también- como la vinculación mecánica que se hace de dinero y moneda. No es cierto que la aparición de este metálico elemento significara la génesis del dinero. Este concepto realmente describe el elemento físico necesario para la adquisición de bienes y servicios que no es el trueque. De hecho el intercambio de un producto o mercancia por otro parece haber sido el medio más antigio - que se sigue dando incluso en países industrializados- y hasta los fenicios, pueblo que lleva el "sanbenito" de mercachifles utilizaban el “trueque mudo” como nos describe Heródoto (IV, 196) - aunque el menciona a los púnicos se hace extensible a los fenicios pues eran prácticamente una misma "nación" si bien los primeros estaban más helenizados- que consistía en dejar mercancías cerca de los poblados y esperar a ver qué productos eran los que despertaban mayor interés.

Probablemente el desarrollo económico fruto de los avances del Mesolítico/Epipaleolítico y del Neolítico hicieron posible un mayor volumen de intercambios en todo el mundo. Así surgiría el dinero, es decir, el elemento que en su zona respectiva serviría para intercambiar elementos o por lo menos para establecer su valor. Hay muchos de estos elementos a lo largo de la Historia Humana: granos de arroz y pequeños útiles de metal en China, conchas y almendras en la India, dientes de perro en Nueva Guinea, semillas de cacao en el Imperio Azteca, maíz en la zona de la actual Guatemala, los babilonios la cebada, discos metálicos en Micenas y el Tibet, etc. El número de ejemplos es enorme, porque en cualquier momento se puede utilizar el medio que se crea conveniente y valioso. Así, algo tan mundano para nosotros como la sal, en la Antigua China y en el Mediterráneo representó un elemento de valor impresionante, tanto que a los soldados, en la Antigua Roma se les pagó con él para mantenerlos contentos - servía de condimento pero también para conservar los alimentos- y gracias a este "salario" se formó el concepto de "soldado" profesional. En Egipto parece que se emplearon anillos de cobre en el Reino Antiguo (siglos XXVII-XXII a. C.) y en el Nuevo (siglos XVI-XI) se empleó la plata como medida de valor - en forma de barras y onzas, se supone-, así que ya existía una economía basada en el dinero.

Pero sí es cierto que si no fue el origen de esta economía, la moneda revolucionó el modo de hacer intercambios a más niveles que lo simplemente económico. De nuevo guiádos por Heródoto (I, 94) descubrimos que fue el pueblo de los lidios, en la actual Turquía el que acuñó, de forma ofical al grabar el símbolo regio del león, moneda por primera vez - si bien los trabajos arqueológicos en Mohenjo Daro podrían quitar a este pueblo el primer puesto- en torno al siglo VII a. C. por orden de los reyes Giges y Ardis II. Por tanto no es un invento griego, aunque el pueblo de Lydia mantenía relaciones muy estrechas con los helenos de la cosa jonia. El metal en origen era el electro, una aleación de oro y plata y Creso, rey de Lidia posterior - en el siglo VI a. C.), comenzó a acuñar moneda de oro puro que se difundió por el mundo griego y persa. El éxito de este elemento hay que buscarlos en sus múltiples ventajas: era pequeña y ligera, por lo que se podía transportar fácilmente. Además, al ser metálica se podía fundir y reutilizar. Pero algo que suele pasar desapercibido es que la moneda se convirtió en soporte iconográfico y epigráfico de primera magnitud. Así nos lo sugiere la Numismática, que como ciencia auxiliar de la Historia ha demostrado tener un valor inmenso. Cuántos reyes y poderosos dejaban sus mensajes en las monedas, siendo un soporte para su autorepresentación y cuántos lo siguen haciendo. Y no sólo sirve para eso. La moneda recoge "instantaneas" si se me permite, del pasado, algo que se aprecia sobre todo en el mundo grecorromano. Algunas de las reconstrucciones virtuales de edificios y monumentos que vemos hoy día se hacen tomando en consideración lo que aparece en las monedas -como en el caso de la estatuade Zeus de Olimpia- o los trabajos que están llevando las universidades estadounidenses de California y Virginia en el proyecto Rome Reborn. En el mundo griego detectamos moneda como tal en el siglo VII a. C., con el famoso dracma - que era una unidad de medida- como la más común. En Roma comenzó a circular primero el lingote de bronce o plomo -aes rude y aes signatum- y ya en época de Pirro, las primeras monedas, que en el siglo III a. C. ya mostraban la imagen de la loba y los niños. Con el tiempo, al igual que los griegos, se vieron en la necesidad de establecer fracciones y múltiplos: el aúreo, la moneda de oro, el denario de plata - del que deriva el término dinero-, el sestericio, a veces de plata y que equivalía a entre medio y un cuarto de denario, el as, que representaba un cuarto de sestercio y se acuñaba en bronce o cobre. También existieron monedas más pequeñas como el semis, el dupondio, o el cuadrante.

Por último no se debe obviar el paso que se dio a la moneda en papel, al billete. El papel-moneda, realmente es como un cheque al portador, ya no tiene valor por sí mismo si no por la institución que lo respalda, pero sin duda agilizó aún más los intercambios al permitir movimientos de mayor volumen. Este elemento nació en China, descrito por Marco Polo, pero había aparecido realmente mucho antes en aquel país, en torno al siglo VII y de forma estatal a partir del siglo IX. En Europa no se empezó a emitir este tipo de moneda hasta finales del siglo XVII, pero sobre todo durante el siglo XVIII - en España con Carlos III-.

CURIOSIDADES DE ALGUNOS TÉRMINOS:


SALARIO= El pago que se podía hacer en sal a alguien por sus servicios. A los guerreros se les calificó por ello soldados, pues cobraban la soldada.

DINERO= Denario (también evolucionó a dinar en el mundo árabe) Castilla fue una moneda de plata y cobre en el siglo XIV.

PECUNIARIO, PECUNIO
= De pecus (ganado), la antigua manera de establecer la riqueza en los primeros siglos de la República romana.

MONEDA= Aunque en origen se empleaba el término griego numisma el hecho de que este elemento se acuñara, en la ciudad de Roma, al pie del Arx y del templo de Juno Moneta (Juno la que defiende) se le comenzó a calificar de moneta, de la que derivó en castellano moneda.


ASOCIACIONES: EL IEHA (INSTITUTO DE ESTUDIOS DE HISTORIA Y ARQUEOLOGÍA)


Salud, hijos del Imperio, otra vez más con vosotros.


Si en la última entrada os contaba cómo podíais acercaros al mundo de la egiptomanía de forma seria y rigurosa, ahora os voy a contar algo de una joven institución que puede seros de interés - ya hablaré de otras más- por los cursos y actos que organizan y por los contactos que uno puede hacer en este tipo de grupos. Hablo, por tanto, del IEHA, del Instituto de Estudios de Historia y Arqueología, fundado en el año 2008 como organización privada que tiene como tanto el estudio y la investigación como la comunicación y difusión - aspectos especialmente necesarias- de las diferentes culturas del planeta. Ya desde su fundación se interesaron por la organización de cursos, tanto para la divulgación científica (I Jornadas de Arqueología de la Muerte) como para la formación continua (cursos de fotografía técnica). Las "cabezas" de la institución son personas formadas en el ámbito arqueológico y han establecido lazos de colaboración con distintas organizaciones públicas y privadas de este país e incluso del extranjero, lo que permite la participación de especialistas de otros lugares en los cursos y conferencias. En su página web ofrecen una buena colección de servicios, dando incluso la posibilidad de ser benefactor, lo que otorga, mediante una pequeña cantidad anual - 60€- una serie de ventajas - descuentos, prioridad en listas, boletines, etc.-. Particularmente debo confesar, pero no soy objetivo, pues soy un orgulloso benefactor, que tengo grandes esperanzas en esta institución. Los miembros son personas jóvenes y se ve que trabajan con ilusión y las Jornadas a las que asistí resultaron muy satisfactorias. Os recomiendo que visitéis su página web para que juzgéis por vosotros mismos: http://www.iehaweb.es

jueves, 24 de septiembre de 2009

MARCHANDO UNA DE EGIPCIOS

Como buen romanista me gusta conocer cosas de todos los rincones del Imperio ;), así que de vez en cuando creo que es bueno hablar sobre ciertas tierras como las del Nilo. La cultura egipcia lleva muchos años causando furor y despertando un "peligroso" interés en el gran público. ¿Que por qué digo "peligroso"?. Pues porque como me advertía un gran egiptólogo, Don Francisco Borrego (UAM): "Una cosa es la egiptólogía y otra la egiptómanía". Es verdad que un egiptólogo es un científico y como tal necesita de una formación que sólo se puede conseguir en el ámbito universitario y además con mucha dificultad en este país - de hecho llevamos un retraso de más de 50 años respecto a Francia o Reino Unido- pero se debe procurar ejercer la autodisciplina y tratar de conseguir, en el caso de ser meros aficionados, la información más seria posible. El mundo de hoy día nos ha inundado con "basura pseudohistórica" que nos cuenta falsedades de cualquier periodo histórico, con un fuerte caudal por parte de los nacionalismos - que no se me ofendan los nacionalistas de cualquier clase, que no digo que el movimiento sea malo en si mismo-. ¿Y cómo hacer esto si no hay tiempo ni posibilidades de cursar estudios universitarios?. Pues os voy a recomendar unos pequeños recursos que puede que os sirvan de faro en vuestra nilótica búsqueda.

Para empezar tenemos la posibilidad de estudiar algo de Egipto en cursos online y semipresenciales, que al hacerse desde casa, ofrecen cierta comodidad. Yo os puedo mencionar - y me temo sin experiencia de ellos-nunos pocos que he encontrado en lengua castellana:

· Introducción a la egiptología científica: Un curso de iniciación - este es semipresencial- de 20 horas impartido por el IEHA (Instituto de Estudios de Historia y Arqueología) cuyos miembros principales son especialistas en el Antiguo Egipto. El coste es de 160 €.

· Curso superior de egiptología: Organizado por el Instituto Virtual de Ciencias Humanas, su coste es de unos 240€ por trimestre pudiendo cursarse 3 de ellos para obtener la máxima titulación. Con un número de horas de 600 y un elenco de profesores universitarios para impartirlo - de forma completamente online, no obstante- me parece la opción más seria. De hecho permite incluso elaborar de forma opcional un trabajo final para la optención de un diploma superior.

· Curso de egiptología: En este caso tenemos otro curso completamente online que calculado en unas 680 horas nos permite obtener un pequeño título homologado por el Ministerio de Educación - como los dos anteriores, no obstante- por 425 €. La responsable del curso es la empresa ESTEA, que desde los años ochenta viene desarrollando una labor educativa a todos los niveles.
Aparte de los cursos y por supuesto de la literatura que se pueden encontrar en las bibliotecas públicas tenemos Internet con sus enormes ventajas y desventajas en cuanto a la calidad de la información. Obviando la wikipedia española - de calidad muy desigual de una entrada a otra- existen asociaciones en todos los países que ofrecen ciertos recursos - mapas, genealogías de reyes, imágenes, textos antiguos, etc.-. De España yo, de momento, recomendaría Egiptomanía.com, formada por gente de diversas asociaciones egiptológicas españolas, que es muy completa en cuanto a recursos - incluye programas informáticos para estudiar jeroglíficos-.

Y además, aparte de lo que se puede aprender en La Rosa de los Vientos - y no solamente en la sección de Curiosidades del Mundo Antiguo- existe la posibilidad de escuchar un programa de radio que trata esclusivamente del Egipto Antiguo. Me refiero al espacio "Mil Millas Nilo Arriba", emitido por la Radio de la Universidad de Alcalá de Henares (107.4) los Martes a las 22:00 horas y los Sábados a las 12:00. Para los que no pueden escucharlo en directo y/o quieren saber más del programa les remito a su página web: http://www.milmillasniloarriba.com/index.php y a su blog http://milmillasniloarriba.blogspot.com/. Como curiosidad basta decir que el equipo, encabezado por Francisco Vivas y María Velázquez de Castro, es el núcleo del antes mencionado IEHA - del que ya hablaré en otro momento-.

Y de momento esto es todo lo que os puedo adelantar a los amantes de lo egipcio. Que el Nilo os sea tranquilo.

martes, 22 de septiembre de 2009

RECOMENDACIÓN LITERARIA




De nuevo templo la voz y desde los rostra del foro me dirijo a vosotros, pueblo del imperio:




Si ya recomendé un par de libros, que creo que son muy interesantes por su calidad y puntos de vista, hoy os recomiendo dos más.




El primero es un trabajo anterior del ya citado profesor Fernando Quesada Sanz, uno de los mayores especialistas mundiales de armamento y guerra en la Antigüedad. Se trata de una recopilación y puesta al día de los artículos que escribe en la revista "La Aventura de la Historia". El libro, titulado "Armas de Grecia y Roma: forjaron la historia de la Antigüedad Clásica" sobre diferentes aspectos armamentísiticos y logísiticos de la Antigua Grecia y Roma. Cada capítulo está dedicado a un elemento o función diferente, con su propia bibliografía actualizada, lo que permite centrarse en un solo objeto o función en caso de búsqueda. Si uno quiere saber cómo eran los escudos griegos solo tiene que leer un capítulo, por ejemplo. Además, incluye citas textuales clásicas que ilustran de forma muy notable todo lo que el autor defiende, dejando clara la validez de estas fuentes (muchas veces olvidadas por los arqueólogos). Las ilustraciones, de Carlos Fernández, y el estilo, riguroso pero ameno, hacen del libro una delicia para los neofitos en el tema o para los que ya portan un cierto bagaje sobre estos temas. ¿La única pega que le veo?, pues el precio (49-50 euros), amén del tamaño, que no le hace pasar desapercibido. En cualquier caso una buena apuesta, tanto para tener un libro ameno, como para tener un libro de iniciación o de inicio de investigación. Este esfuerzo de aunar, investigación con divulgación no creo que reporte nada más que beneficios. A ver si cunde el ejemplo.


El segundo libro del que quiero hablar es una obra clásica de la ciencia historiográfica en su sentido más estricto. Me refiero al ensayo de Marc Bloch titulado "Introducción a la Historia", publicado en los años cuarenta del siglo XX y que sirve de introducción metodológica (y hasta anímica) de la ciencia histórica. Lo escribió mientras trabajaba para la resistencia francesa y no pudo terminarlo ya que fue capturado y fusilado por las fuerzas del Eje, cosa que de forma indirecta aumenta en cierto grado la carga emotiva de la obra, escrita con pulso firme pero directo, apelando a razones y planteamientos que a veces se nos pasan por alto en el ejercicio de nuestro trabajo. Un gusto enorme de lectura y muy barata (8-9 euros) así que la recomiendo encarecidamente.

martes, 15 de septiembre de 2009

LAS PANDEMIAS EN LA ANTIGÜEDAD

Saludos, gentes del Imperio:

Aquí os dejo el tema, ampliado (nunca hay tiempo para hablar de todo lo que llevo preparado) del programa que emitimos en la madrugada del Sábado al Domingo (días 5 y 6 de Septiembre del 2009). A ver qué os parece.

El miedo a la enfermedad es eterno, tan viejo como el hombre y bastante comprensible, pero es más complejo de lo que la gente piensa. Recuerdo que en mi libro de Biología del colegio, el epígrafe del tema de las enfermedades rezaba algo así: "compañeras del hombre", porque estos males, tanto para el hombre como para cualquier organismo vivo son algo común - y hasta cierto punto necesarios-. Y de hecho recordemos su personificación en forma de jinete en la visión Bíblica del Apocalípsis, junto con los agentes de la Muerte, la Guerra y el Hambre. Y desde la Antigüedad hasta nuestros días no han faltado noticias acerca de las enfermedades y el miedo que despiertan en el alma humana. Recordemos lo que pasó en los años ochenta del siglo XX cuando apareció el virus del SIDA (o más bien se descubrió) y algunas personas clamaron que era un castigo de la divinidad por los pecados del mundo (sobre todo se le echó la culpa a la población homosexual). La idea de la enfermedad como castigo divino y por tanto inexorable, es algo eterno en la condición humana.


Pero, si una cosa es la enfermedad, ¿qué es una pandemia?. Pues más o menos lo mismo, pero cuando alcanza una extensión peligrosa (y no siempre se puede aplicar a esto). Realmente, si rastreamos los orígenes de este término el vocablo no es del todo exacto. Del griego antiguo PANDÊMON, es decir: PAN=(para todos) y DÊMON=(forma acusativa de la palabra DEMOS que vendría a significar "pueblo" en el sentido de gente organizada, no de pueblecito como podríamos pensar hoy día), su significado sería "para todo el pueblo", es decir, algo que afecta a toda la comunidad, pudiendo ser bueno o malo. Para referirse a enfermedades graves acompañaba al término NOSÊMA y le daba el sentido de pandemia que tenemos nosotros (PANDÊMON NOSÊMA). Otros términos antiguos sérían EPIDEMIA (EPI=sobre y DEMIA=pueblo) "sobre el pueblo" y peste, del latín PESTIS o PESTILENTIA (y también relacionada con el mal olor) equivalente al griego LOÍMOS.


¿Y qué noticias tenemos de estos males en la Historia?. Pues unas pocas y entre ellas podríamos citar, las plagas bíblicas de la historia de los hebreos en Egipto, donde llegan a morir los primogénitos (aunque es un tema del que se podría discutir muchísimo, empezando por la historicidad o no del suceso). No debemos olvidar que Egipto (o Khemet, la "Tierra Negra") no era el país que vemos hoy día - bastante más grande que España-. Era el Valle del Nilo, una tierra húmeda y calurosa, donde los microorganismos pueden medrar con facilidad. El griego Estrabón (siglo I a. C.) explicaba las rápidas extensiones de los males en esa tierra por la enorme cantidad de insectos (Geografía, XVII, 3, 10). Plinio el Viejo (s. I d. C.), por su parte, afirmaba que en Egipto se propagaban con virulencia ciertas enfermedades cutáneas que degeneraban en epidemias -que algunos han querido interpretar como la lepra- (Naturalis Historia XXVI, 4).


El mundo de la Hélade o Grecia (Hellas) no se libró de estos males. Recordemos que en el comienzo de la Ilíada, el Canto I arranca con una peste que se desata en el ejército aqueo por voluntad de Apolo como forma de castigo por las acciones de Agamenón. En este caso estaríamos ante algo similar a lo referente al pasaje bíblico de los primogénitos: la divinidad antigua no castiga directamente al culpable si no a toda la comunidad. Eso debe ayudarnos a entender la típica intolerancia religiosa que vemos en la historia de la Humanidad (que yo no justifico, ojo), pues si el vecino comete un "pecado" o falta contra los poderes que rigen a la comunidad, todos pueden pagar por ello. Más historicamente hablando, podemos citar la terrible peste -término que empleo de forma genérica- que brotó en Atenas durante la Segunda Guerra Mundial en el 429 a. C. El gran Tucídides nos habló de ello en su obra (II, 59, 2-8). Debido a la invasión espartana del Ática (el territorio de Atenas), Pericles optó por refugiar a toda la población dentro de las murallas de la ciudad. Pero así la enfermedad se extendió con mayor rapidez, causando, parece ser, un tercio de bajas entre la población, contando entre ellas a Pericles. La gravedad de semejante epidemia llegó a perdurar en la historia, como demuestra los comentarios de Galeno (s. II d. C.) en su Methodus Medendi, (XIX). También son dignas de mención las pestes del año 412 a. C. - mencionada por el mismísimo Hipócrates de Cos- y la que sufrieron los siracusanos del año 395 a. C.

La antigua Roma, aunque ha pasado a la historia como el epítome de la higiene, con sus cloacas y alcantarillado, sus acueductos y termas, no se libro en absoluto. Las fuentes, como Tito Livio y Dionisio de Halicarnaso (s. I a. C.) nos hablan de algunos problemas en los primeros días de la República. Entre los años 293-291 a. C. se desató una epidemia que cobró proporciones tan preocupantes que se envió una embajada a Epidauro, donde se encontraba el gran santuario de Asclepios, dios de la medicina. Los romanos le pidieron ayuda y una serpiente salió del templo y se metió en el barco romano. Cuando estos llegaron a su ciudad, la serpiente bajó del templo y se perdió entre la maleza de la Isla Tiberina, indicando que la divinidad había decidido actuar en Roma (en el mundo griego la serpiente no es un animal necesariamente malo, siendo un símbolo de renovación y curación). Pero la única comparable a la de Atenas del 429 fue la denominada "Peste de los Antoninos" que acasionó no pocos problemas al Imperio de Marco Aurelio (161-180 d. C.). Entre los años 165 y 170 las fuerzas de los dos emperadores (Marco Aurelio y Lucio Vero, los primeros coemperadores) estaban concentradas en la frontera oriental, expulsando a los partos y llegando Ctsifonte por tercera vez ese siglo. Pero una peste, contiaga a algún soldado se extendió con enorme rapidez y diezmó las filas del ejército, llegando, por supuesto a la población civil. Luciano de Samosata (s. II d. C.) afirma que la enfermedad surgió en Etiopía y se propagó por Egipto y la zona de Celesiria (Quomodo historia conscribenda sit, 15), alcanzando la parte oriental del imperio en poco tiempo. Resulta de lo más curioso que Dión Casio (s. II-III d. C.) y Amiano Marcelino (s. IV) sostuvieron que el mal fue por causa, una vez más, de Apolo (dios que cura y provoca la enfermedad con la misma facilidad) que se sintió ultrajado por un descuido de un soldado en un templo (Historia Romana LXX, 3, 1 e Historias XXXI, 6, 24 respectivamente). Sea como fuere esta enfermedad o enfermedades, llegaron a disminuir la población del Imperio drásticamente, hablando algunos de un retroceso del 20% del total (que podrían suponer, al menos unos 10 millones de personas) con un terrible rebrote en torno a los años del 251-266 (desde la muerte del emperador Decio hasta el advenimiento de Valeriano al trono imperial).

Más tardíamente, en pleno apogeo de Bizancio, la nueva capital del Imperio Romano (mal llamado bizantino), en época del poderoso Justiniano vio como una epidemia de algún tipo de peste - quizá incluso bubónica- afectaba a los ciudadanos con una fuerza inusitada. Procopio de Cesarea (s. VI) llegó a afirmar que la enfermedad ocasionó 10.000 muertes al día hasta segar la vida de un 40% de los habitantes de la ciudad. Tanta fue su potencia que recortó un cuarto de la población del Mediterráno.

 Así pues, que nadie se alarme ante la llamda gripe A, que aunque siempre hay que tener cuidado, no es más que otra alarma exagerada (aunque como digo, siempre hay que tener precaución) dentro de una larga lista de supuestas pandemias que nos están quitando el sueño desde los años noventa del siglo XX ( y antes también): las vacas locas, la gripe porcina, la gripe aviar etc... Por ello, como hacían nuestros ancestros romanos hace milenios, os deseo salud y os encomiendo que hagáis lo mismo. ¿Que cómo?, pues saludando, como he hecho yo al principio. Si no, ¿de donde pensáis que viene el acto de "saludar" (desear salud)?.
SPQR

domingo, 13 de septiembre de 2009

RECOMENDACIONES




Para comenzar con buena letra, nada mejor que dar un poco de publicidad de un par de trabajos que creo que merecen la pena:

El primero es "Utopías" de Alberto de Frutos, una colección de historias cortas de ciencia ficción al estilo Ray Bradbury o Aldous Axley. Nos sitúa en un lugar indeterminado de nuestro futuro, donde un "Jefe Supremo" crea un estado fascista que suprime la cultura libre y llega a interferir en los sueños nocturnos de la gente.

La segunda obra a recomendar, más del tema del blog es "Ultima ratio regis: control y prohibición de las armas desde la Antigüedad a la Edad Moderna" de Fernando Quesada Sanz. En un sentido historiográfico completamente original (ya de por si es una proeza) el autor nos introduce primero en el concepto de arma y su valor cultural en diferentes grupos humanos. Después, pasa a ejemplos concretos para desvelarnos que el derecho a portar armas estaba más regulado de lo que nosotros pensamos.

INAUGURATIO

SALUD A TODOS (pues ese era el sentido antiguo del "saludo"):

Inicio aquí una andadura, que espero larga y fructifera en este campo que nos ofrecen las nuevas tecnologías (que yo no domino en absoluto, por desgracia). Así, inauguro en calidad de gran sacerdote o mejor, de Pontifex Maximus de esta nueva orden, espacio para informarse y discutir amigablemente, si hace falta, de la vida cultural de este país y del mundo entero. El principal interés que la gente podrá ver aquí será el de la Historia, que para eso uno es lo que es, pero estoy seguro de que habrá sitio para otros aspectos de la Cultura. Por tanto, bienvenidos todos los que queráis aprender y los que podáis aportar algo, que seguro que tenéis mucho que decir. ¡FORTITUDE ET HONOR!